Thursday, March 15, 2018

Un dolor inolvidable por Juan Mercado



   
      Nunca olvidaré el día en que me fracturé unos huesos. Era un día como cualquiera, la misma rutina como siempre cuando me quedaba dormido llegaba mi madre a despertarme para que fuera a trabajar con mi padre. Odiaba eso, pero me parecía bien cuando miraba lo hermoso que era el amanecer.
     Comenzaba un nuevo día y todo parecía paz y armonía, el sol comenzaba a salir y los pájaros cantaban mientras yo iba de camino a la montaña con mis dos perros que parecían estar felices ese día. Siempre salía a llevarlos conmigo en la parte atrás del carro porque sentía lástima verlos correr tanto camino. Tuve muchos perros, pero esos dos eran mis favoritos porque yo los crié desde que eran cachorros y su madre murió. Pasaba mucho tiempo con ellos siempre me acompañaban cuando salía a las montañas.
     Ya estando en el lugar donde trabajaba eran como las diez de la mañana cuando me ocurrió algo inesperado. Estaba junto a mi padre creando una rampa de madera. Yo le sostenía una cuartón de manera roja en lo alto mientras él la acomodaba. Tuvo un descuido y aquel pedazo de madera se salió de su lugar y cayó en picada sobre mi pierna. Yo intente pararlo pero mi mano no resistió el impacto y no pude detenerlo. Cuando aquella madera cayó sobre mi pie, sentí como todo mi pie y cintura se dislocaban lentamente.
     En ese momento no sentí dolor alguno, más bien sentía coraje porque era tiempo de Pascua. Como es la cultura, todos salíamos a pasear y yo con mi pie y mi cintura mala no podía hacer todas las actividades. Al final resultó ser un poco divertido porque todos mis amigos llegaron a visitarme e hicimos una fiesta aunque, claro, yo no podía hacer nada en el estado que estaba. Solo podía hacer una cosa--pinchar música. Era mi pasatiempo favorito, así que pasaba muchas horas del día haciendo eso mi musica favorita era la electrónica y un poco las baladas rock, no iba a la escuela en ese tiempo, pero mi madre me ponía a estudiar muchos libros. Gracias a eso, aprendí muchas cosas mientras estaba mal leía sobre historia, ciencia y sociedad esas cosas me parecían muy interesantes.
     A veces me frustraba estar todo el día en casa; no estaba acostumbrado a eso y sentía que nunca me iba a recuperar o, si me recuperara, no sería lo mismo. Pasó el tiempo. Comenzaba a sentirme mejor. Iba a ejercitar jugaba fútbol, iba largas horas a perderme en las montañas. Eso me servía de distracción contra todo lo que pasaba en ese lugar. Me ayudaba a aclarar mis pensamientos. Desde entonces lo único que buscaba era paz y armonía conmigo mismo y ese deseo de sentirme libre. Al final de todo esto pienso que eso fue bueno y malo bueno en la forma que me enseñó a tener paciencia y concentrarme más en mi aprendizaje, por el otro lado fue malo porque fue algo doloroso.

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