Thursday, March 15, 2018

Mi mejor amigo por Lupita Enríquez

     De niña siempre he querido un perro; sin embargo, mis padres no lo permitían. De repente, mi prima les platicó de unos perritos que tenía y los quería regalar uno. Fuimos a mirar los perritos que todavía tenían los ojos cerrados. Yo pensé que mis padres iban a decir que no porque es lo que siempre dijeron, por eso no tuve esperanza sobre un perrito que a lo mejor no podía tener. Cuando me dijeron que sí lo aceptaron, yo me sentí con mucho orgullo porque por fin iba a tener un perro en mi vida. Ya tiene 4 años cuando miré a mi perro por primera vez.
     El día era frío , pero era un dia de verano. Estaba bien nublado y hacía mucho frío. No había mucha naturaleza; sin embargo, mis primos tenían un patio tan verde que iluminaba ese día nublado. La casita donde vivían era azul como el océano. La mayoría del tiempo en Delhi, California se siente bien caliente que te gustaría quedarte adentro durante el verano.
     Mi hermana mayor, Aby, mi hermano menor, Angel, mis padres y yo nos estábamos preparando para el viaje a Delhi donde viven unos familiares. Era tiempo a recoger el perrito que nos prometió mi prima Karla. Para llegar a Delhi , puede tardar a dos o cuatro horas. Esto me hizo en poco impaciente porque ya quería mirar el perrito. Por fin, estábamos listos y nos subimos a nuestro carro rojo. Eran las 2:00 de la tarde. El tiempo estaba pasando bien despacio como si alguien estuviera jugando con la hora. Cuando llegamos a Los Banos yo sentía gran felicidad porque nos faltaba 40 minutos para mirar al perrito. Mi hermana me dijo: “ya mero vamos a llegar y estoy bien feliz”. Y yo le respondí: “Yo también estoy bien feliz¨. Llegamos a una casita azul que brillaba en el día oscuro . Mi prima Karla y su novio José nos invitaron al patio atrás que estaba bien verde y bonito. Y en ese momento miré a muchos perritos corriendo menos uno que andaba con su mamá . José fue a traer un perrito flaco y chiquito con pelo gris y brillante.
     Platicamos un rato con mi prima Karla mientras mi hermana cargaba el perrito. Cuando pasó una hora, ya era hora para regresar a Santa Cruz porque se estaba poniendo oscuro. Cuando nos subimos al carro, el perrito tenía mucho frío entonces lo abrigamos con una cobija para el viaje a casa. Ya era noche cuando llegamos a casa, bajamos nuestras cosas y luego dejamos al perro caminar en la casa. Tenía mucho miedo y no quería que lo tocaran. Lo dejamos en paz porque todavía no estaba acostumbrada de nosotros. Le acomodamos una camita y durmió en el cuarto de mi hermana y yo. Cuando nos despertamos, encontramos al perro despierto y se había hecho del baño. Tardó para limpiar, pero sí limpiamos y luego se durmió en la cama de mi hermana. Tardó dos semanas para que el perrito nos dejara tocarlo y jugar con él . Ya no era muy flaco y se miraba bien feliz. Lo llamamos Sparky.
     Ese dia fue un día que nunca voy a olvidar. Sparky hace mi vida más mejor .Siempre esta cuando lo necesito y cuando no me siento bien. Compartimos todo juntos . No puedo imaginar mi vida sin él porque es mi mejor amigo. Con sparky aprendí como ser responsable. Siempre voy a recordar de mi primer perro.

No comments:

Post a Comment